25/7/16

Amsterdam: día 2

¡Buenos días desde Amsterdam!

Primera noche ahí y la verdad es que se descansa bien en el hotel. La cama era bastante cómoda, lo único: amanece muy pronto y nos daba el sol en la cara antes de las 7 de la mañana, por mucha cortina que hubiera... Pero luego nos dormíamos otra vez.

Como había que aprovechar el día porque había muchas cosas que hacer, nos levantamos pronto, nos duchamos y fuimos a desayunar.
¡Qué maravilla el agua de la ducha! La piel y el pelo súper suaves... Aunque no todo lo que lleva agua es bueno, como el café. Aguachirri total. Primer día y ya echábamos de menos el café.

Nuestra primera parada era el Museo Vrolik, que estaba cerca de nuestro hotel y decidimos ir andando. No nos perdimos demasiado... Pero al llegar, estaba cerrado. Aprovechamos para hacer algunas fotos por ahí porque todo es precioso, todo. Y eso que era la AMC (la universidad de medicina).
De ahí cogimos metro (ya usando la I amsterdam) hasta el Hortus Botanicus. Nenúfares enormes, carnívoras, cactus, patos... Una pasada. El invernadero era enorme y estaba diferenciado en diferentes climas. El clima tropical era el peor, aunque me quedó el objetivo limpísimo de tanto quitarle el vaho.

Tengo 3257826856 fotos del Hortus Botanicus

Ah, y había un gatete sin cola muy majete también dentro del huerto.
Gatete <3


Después del huerto, fuimos a Verzetsmuseum (museo de la resistencia). Muy gráfico todo, el como vivían escondidos de los nazis, el miedo, la comida, los bandos... Muy interesante la verdad, con documentos antiguos, todo con audio guía en el idioma que tu elijas... Muy muy muy recomendable. Te llega bastante a la patata.


Al salir de ahí fuimos a comer al Wok to Walk, 100% recomendado. Platazo a buen precio.
Ya con la barriga llena pusimos rumbo al siguiente lugar. Cogimos un tranvía que nos llevaba cerquita de Tot Zover. Sí, seguramente sea un lugar donde poca gente vaya de visita... Pero así somos nosotros, en Amsterdam y de visita a un tanatorio. Al princpio impresiona, pues ves casos reales de personas que "momifican" a sus hijos, madres etc. y los abrazaban, cuidaban...
Estuvimos menos de una horita ahí dentro.

Después ya fuimos  a pasear muuuucho aprovechando que estábamos alejados del centro. Se notaba la diferencia de centro a las afueras. La gente era como más simpática y todo.

Para finalizar el día, fuimos al Lidl a comprar algo para cenar en el hotel. Coincidió que ese día Beyoncé daba concierto en el Amsterdam Arena y nos comimos toda la masa de groupies en el metro. Y eso fue todo...

Já, no. A las 23 y pico de la noche, que ya nos íbamos a ir a dormir, sonó la alarma de incendios y tuvimos que despejar todo el hotel. Al final resultó ser falsa alarma y al poco pudimos volver a las habitaciones. Nosotros nos lo tomamos bastante a risa todo la verdad. Una anécdota más del viaje qué contar.

Ahora sí, ¡hasta aquí nuestro segundo día!

Cosas que me gustaron:
  • El transporte público es fenomenal, estupendo, maravilloso.
  • Ver a un jerbo suelto por la calle y hacerle vídeos y fotos <3
  • Los museos a los que fuimos
Cosas que no me gustaron tanto:
  • El fail de no mirar si estaba abierto el Vrolik o no.
  • Que no haya acera para peatones (todo es camino bici prácticamente).

20/7/16

Amsterdam: día 1.

¡Estreno sección de viajes! Y es que viajar a Amsterdam después de tantos años queriendo ir es motivo suficiente para ello. Así que... ¡Plumas al tintero!

Empezamos el día con nervios, revisando si llevábamos todo, los "por si acaso" etc.

Al mediodía fuimos al aeropuerto, con algo de miedo porque viajábamos con Vueling directos (PMI hasta AMS) y con todo lo que había pasado... Pero al final: 0 problemas, 0 retrasos. Subimos al avión y dos horas y poco después... Welcome to Amsterdam!
El aeropuerto no era muy lioso ¡y había WiFi gratis! Para avisar de que  habíamos llegado vivos y esas cosas...

En el mismo aeropuerto fuimos al punto de información, donde al lado hay una tienda de I amsterdam. Nos compramos las tarjetas de I amsterdam de 3 días (72 horas). Si no la conocéis, os dejo el enlace, porque, en nuestro caso, fue un éxito de compra. Totalmente recomendable si tenéis pensado ir de museos, usar muchos trasnporte público... http://www.iamsterdam.com/es/i-am/i-amsterdam-city-card/what-is-included
Nota de la pluma escritora: se tiene 72h de entrada de museos y 72h de transporte público, cada contador de tiempo independiente.


Entrada al bronx
Una vez con esta joya en las manos, tocaba lo difícil: coger el tren para llegar hasta el hotel. El vendedor de tickets nos lo explicó perfectamente.

Nos paramos en la parada de Ámsterdam Arena, bajamos del tren y... ¡Qué frío! En pleno julio, nosotros viniendo de Mallorca en pantalón y manga corta... Chaqueta ven a mi.
Al salir de la estación ya empezó nuestra primera aventura. Vamos, que nos perdimos y acabamos en el bronx puro y duro de Ámsterdam, pero es que hasta esa zona era bonita. ¡Y había conejos corroteando libremente como si nada! Ah, y cuervos. Es más normal ver cuervos que palomas yo era la primera vez que veía un cuervo en persona y estaba flipando.

Al final, tras "subil y bajal" encontramos como llegar al hotel, ¡aleluya! No sabéis la de vueltas que dimos con las maletas, a lo tonto, porque realmente estábamos al lado.

Nos hospedamos en el hotel A&O Zuidoost. Hotel normalucho con desayuno, donde su hábitat son jovenzuelos la mayoría. Dejamos maletas, avisamos de que seguíamos vivos y decidimos ir al centro. El metro lo teníamos justo al lado, así que después de pelearnos con la máquina para sacar billetes, para no activar aún la I amsterdam, fuimos al centro. (Centraal Amsterdam)


¡Bendito sea Goku! Tranvías, millones de bicis, motos... Qué gentío. Yo no sé como no había accidentes a cada esquina, una locura.
Dimos un paseo sin alejarnos mucho de la estación, ya que era el primer tanteo. Mi primera impresión fue: muchos coffee shops y mucha multitud de personas. Era difícil andar con tanta gente, pero las fachadas, la arquitectura, los canales... Preciooooooooooooooso. Allá donde mirases había cosas bonitas.





¡Gatos, gatos!

Después de cenar en un morito, seguimos andando y de casualidad llegamos al Barrio Rojo. Era curioso ver como las chicas estaban en modo "escaparate" dentro de su cuarto de trabajo. También la cantidad de tiendas donde comprar maría etc. que había, pero no se notaba un ambiente diferente por ser la zona que era. Todos muy civilizados.

Cuando ya era entrada la noche, volvimos al hotel sin ningún problema para recargar pilas.


Cosas que me llamaron la atención:
  •     Pagar con dinero es de la working class, ahí se lleva más pagar en tarjeta.
  •     La gente va a su rollo sin mirar/juzgar al resto.
  •     ¡La cantidad de bicicletas aparcadas que hay!
Cosas que no me gustaron mucho:
  •     Mucha gente en el centro en fin de semana.

14/7/16

Bang.

No todo debió ser malo, es un hecho, está claro.
Me disparo en la cabeza y goteo lo que vienen siendo mis recuerdos.
Traga, pisa, palpa. Todo ensucia.
Mancha las paredes. Las paredes blancas han sido creadas para llenarlas de rastros perdidos en ilusiones ajenas.
Ves historias, caras, vaya, que la locura te consume y no sabes si pellizcarte o hablar con el monstruo de cristal. Ves repeticiones en cada recobeco de su cuerpo y es que deberías dejar ya de caer en el mismo mar. Pero no puedes dejar de creer que en uno de esos cristales la película será diferente. Que se seca. Sí.

Decides pisar donde no hay suelo y si caes, en la caída, ya aprenderás a volar.

No manches caminos. Descálzate.

12/7/16

El cielo en los pies.

¡Cómo viene este año!

Que si las hojas caen en primavera, en verano hace frío y en invierno vamos a la playa.
Qué locura.

Te pasas años estudiando para trabajar de algo y luego acabas trabajando de lo que menos hubieras estudiado. Quieres mirar al cielo y acabas mirando al suelo. ¡Este mundo no tiene ni cabeza ni pies! ¿O era ni pies ni cabeza?

Que lo correcto no es lo mejor, que lo esperado no tiene porque ser bueno, ¡con lo que gusta una buena sorpresa! Y es que este año viene lleno de cambios, de primeras veces, de oportunidades, de ilusiones. Nunca cojas el tren después de que haya pasado porque podría llevarte el siguiente por delante.

Piensa, pero no te asustes. Los cambios, por fuera de órbita que estén, pueden ser buenos.

Que las vueltas que da la vida no te mareen.