4/7/15

El agua que no seca.

Es como esperar que si tiras un petardo no explote. Hay muy pocas probabilidades.

Y así es, tiraste la bomba y te salpicó en lo más hondo de tu alma. Un agua que no se seca. Una mancha en tu expediente que te perseguirá para toda tu vida.

A veces, las reacciones no esperadas son un golpe, un arañazo, una herida que no cicatriza. Que tus buenas intenciones no se ven correspondidas; bueno, y qué, te toca vivir con ello, ¿o te vas a lamentar siempre?

Sí, te lamentarás siempre.

Porque las sensaciones perduran, a veces no se ven en la oscuridad porque son la sombra de tu consciencia.

Puedes aprender a vivir con ello o llorar por ellas.

Esperemos.

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