28/1/12

Los sábados ahogados.

He puesto un pie en el suelo y los recuerdos fríos de tus abrazos han vuelto a mis sentidos.

Todavía me acuerdo de cómo nos hicimos el daño; desde el primer instante en que las miradas se cruzaron en el cielo hasta el fin del universo. El infinito contigo jamás existió.
Ahí, donde terminan tus palabras, empieza el dolor fingido.

 A pesar de todo, no te importó abrir las cicatrices. Eras un enamorado del dolor ajeno, de la tragedia, de las máscaras.

Cuando te solté la mano y nos miramos por última vez lo supe: el destino nos cruzó para enfrentarnos a nosotros mismos.

17/1/12

Despierta tus colores.

¿Nos has pensado alguna vez que el mundo de los sueños es el real? Si fuese así, la vida que crees vivir no es más que la vida onírica de las noches. Aquella que en un mundo del revés desearías.

Queremos que los sueños se hagan realidad. Es decir, deseamos que la lógica no exista, que todo sea blanco, negro y gris, un lugar donde nos persigan y no podamos despertar, que los que son nuestros amigos tengan otra cara y nos engañen; que siempre sea invierno.

Yo me quedo con el real, es decir, el que supuestamente sería la vida de en sueño que ya vivimos.
Donde es primavera y todo es cálido, donde los colores son infinitos y el cielo se impregna de ellos y, a la vez, se asemejan a los colores del alma. Donde la calidez humana existe... Donde tú te has hecho real e imprescindible.

Si un día decides pintar los sueños con los colores de la vida, avísame.

Anímicamente irreparable.

Las gotas de lluvia caen todas sobre mi, y en cambio tu estás seco. Parece que este cielo gris se me va a caer encima.

 Todos mis colores están apagados. Siempre intento hacer las cosas bien, perfectas, magníficas, y decorar mi vida con pequeños detalles de colores alegres... Pero aun así no sale el Sol.
Hay veces que me canso y decido hacer las cosas mal, enviarlo todo donde no pueda verlo... Y cuando hago eso, todo me sale todavía peor. Lo que tendría que ser algo maravilloso por hacer lo contrario a lo normal, me es devuelto en forma de patada.

¿Crees que hoy saldrá el Sol haga las cosas mal o bien? ¿Crees que este cielo me perdonará mis errores de ayer? Solo quiero pasarlo en grande haga lo que haga.

Solo pido que no me lluevan cristales.