28/8/10

Ahógame con el aire

Que estás a oscuras y no te veo. Enciendo una cerilla y mis ojos no se adaptan nunca a la luz. ¡Auch! Me quemo con cada cerilla que prendo. Tontamente, tengo los dedos llenos de ceniza, el alma con quemaduras y los ojos rojos del dolor.

Busco a tientas. Acaricio la pared con las manos. Escucho sus pensamientos. Está cerca.

Te he encontrado. Pero sigo sin verte.

Intento sentirte, pero las yemas de mis dedos se han quedado sin sentido. No me rindo.
Mis manos bailan en tu cuerpo. Las tuyas me hacen cosquillas. Río. Reímos.

Tengo miedo. Has dejado de tocarme. No te percibo. Odio la oscuridad.
Oigo ruidos. Pisadas fuertes.
Quiero huir, no sé dónde. Echo a correr y los ruidos corren conmigo. Choco con las paredes pero quiero atravesarlas y huir al vacío.

Cógeme de la mano, por favor, cuando vaya a caer y sálvame.
No. No lo hagas. Déjame caer.

Atrapadme. Hacedme daño...Basta.
Me empuja y me dice "no es por aquí"

Ella sigue teniendo pesadillas por las noches, mientras una máquina respira por ella sujetándola a la vida, mientras ella se decide entre morir por si misma o vivir estando muerta.

3 comentarios:

Jaime dijo...

Uf, me recuerda a un sueño (o pesadilla) que se me repite mucho. Cuando intento encender la luz, nunca enciende...y entonces es cuando me doy cuenta de que estoy soñando. Tengo que salir corriendo y chocar con algo para despertarme.

prometeo dijo...

El final me ha impactado. Muy bueno.

Jud dijo...

El final me ha dejado parada, es inesperadísimo.

Todos estamos a oscuras a veces. Y es una mala sensación -si no te gusta-

Me ha encantado