27/9/09

Leyes inacabadas, incomprensibles

Todavía lo recuerdo: yo era condenado sueño y él realidad condenada.
Sueño y realidad, sentenciados a no unirse jamás dentro de prisiones de celofán, donde sólo el sudor los sacará.

Compraste billetes de ida (mental) para mí, yo tengo billetes de permanencia estable para ti.
Aun así, no espero su llegada, espero su regreso, en aquel túnel en el que vimos un comienzo.
Me dejaste con una bala en la mano antes de partir, tú te llevaste la pistola al otro lado. Pólvora y hierro oxidado que deben unirse para funcionar: pero yo sé que de ese túnel, posiblemente, no volverás…



Y es que las promesas no son más que fragmentos de sueños, pegados en las esquinas de la realidad.

1 comentario:

Lydie Bianco dijo...

tenim molt present la paraula 'odi' crec jo. doncs jo conec a gent de ta classe (crec que són de ta classe, vamos). carles, puxy... sempre estic amb ells als patis i tal. m'agradaria saber qui ets, ensèrio xd

doncs moltes gràcies per allò del flickr, simplement es fa allò el que es pot. tampoc són gran cosa, però poc a poc :)
un petó